viernes, 25 de noviembre de 2011

Un secreto a voces

Este 25 de noviembre una vez más, miles de mujeres y algunos hombres a nivel mundial, toman  las calles y realizan acciones públicas para conmemorar  el Día Internacional de la NO Violencia en contra de las mujeres.

En el caso de Guatemala, existen avances para prevenir y sancionar la violencia ejercida en contra las mujeres. Pese a que el movimiento de mujeres ha logrado poner en el debate público la  problemática y establecer un marco legislativo que debería garantizar el acceso a la justicia, los actos violentos y las muertes de mujeres continúan.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses- INACIF-  reporta que para el mes de octubre de 2011, al menos 578 mujeres habían sido asesinadas. Marzo, precisamente cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer, es el mes que reporta más muertes de mujeres durante 2011, alcanzando  una cifra lamentable y vergonzosa de 79 mujeres muertas de forma violenta.

Sin duda alguna la violencia es uno de los rezagos históricos de la invasión y el genocidio ejercido durante la guerra que vivió nuestro país, sumado a la estructura económica, política y social establecida, que oprime y violenta principalmente a las mujeres y a los pueblos indígenas.

Es un largo camino el que hace falta recorrer, empezando por reconocer que, al mismo tiempo que impulsamos nuestras luchas feministas, debemos apostarle con prioridad a cambiar las estructuras económicas y políticas del país, pues estas  se sustentan  en la opresión y marginación de las mujeres.

Cabe mencionar que muchas organizaciones sociales y  de mujeres contribuyen al abordaje de la problemática. Una de ellas, que merece un reconocimiento especial, es la organización Sobrevivientes, que ha realizado un valioso aporte a través de la incidencia política, contribuyendo al acceso y aplicación de justica, en casos de violencia  contra las  mujeres. 

Esta organización nos comparte la historia de “Pilar”, que ejemplifica uno tantos casos que a diario suceden en nuestro país.  Muestra la  violencia, concebida como un secreto a voces, que al ser descubierta o tratar de romperla, da inicio a una nueva lucha para las mujeres que la sufren, enfrentándose a las críticas, aislamiento  y en general a la marginación social.


Leslie Rosales
Bloqueantiimperialista

Claroscuro


La parte oscura del amor

Pilar* es una mujer sencilla, de una belleza discreta, de buenas costumbres y valores, llena de sueños, se casó con el amor de toda su vida, para vivir una vida llena de amor, así sucedió durante varios años. Cuando vinieron las responsabilidades de ser padres y esposos empezaron los problemas económicos que estaban dispuestos a solucionarlos juntos viniera lo que viniera. Él una persona triunfadora, llena de éxitos y sueños que hacia realidad, de personalidad encantadora y fuerte, sensible en muchas ocasiones. Pero una noche, la noche del terror, ella salió a divertirse con amigos y amigas, como pocas veces lo hizo en toda su vida, sin imaginar que eso la convertiría en la peor de las mujeres. Él llegó con una actitud arrogante a insultarla y con una mirada fría y llena de odio ,endiablado, agrediéndola verbalmente y un simple empujón, con la fuerza de un hombre y cobardemente por la espalda, fue suficiente, para lanzarla hacia una pared, la cual le desfiguró la cara y le quitó la dignidad y la belleza de su sonrisa, ella levantándose sola del suelo, con lo poco que le quedaba, limpió la sangre de su boca y con una sola mirada se atrevió a decirle que no le tenía miedo, ya no más, ella no entendía como la mano que la acarició un día pudo haber sido capaz de lastimarla y dejarle secuelas psicológicas que quizás nunca olvidará, al grado de no poder verse al espejo porque inevitablemente corrían las lágrimas en su rostro y su alma se desgarraba de dolor por dentro. Ahí empezaría el largo camino de Pilar, un camino incierto y lleno de dolor, pero esta vez iba tomada de la mano pequeña de su hijo, una mano que la llenaría de esperanza y felicidad. A pesar de sentirse sola, no lo estaba, tenía el único apoyo que podía pedir en esta vida, el de su familia. Noches de insomnio vinieron para ella, un aspecto casi moribundo la hacían elegir entre vivir con ese dolor o morir para terminar el sufrimiento de una vida que ella definía como “infeliz”. El miedo invadió su cuerpo haciéndola ver todo el paisaje oscuro, sin darse cuenta que lo que le había pasado era la ventana a una vida llena de felicidad, si de felicidad, haberse liberado de un agresor que fue capaz de dejarla así, ella no lo entendía, vinieron terapias psicológicas muy duras, donde se tendría que enfrentar a ella misma, llevándola a un precipicio en donde solo ella podría salvarse de ella misma. Hoy Pilar tiene una mirada distinta, a pesar de ver caer su vida a pedazos, perdiendo su casa, esposo, amigos, ella es capaz de ver la vista hacia arriba, inventándose una vida nueva que le tocó crearse, en el camino encontró gente valiosa que le brindó una mano amiga y dándose cuenta que las personas cuando estaba bien eran sus amigos y cuando estuvo mal huyeron de ella, haciendo leña de un árbol caído.  
¡BASTA YA! Fue así como ella puso fin al camino que la llevaría a la muerte segura, en manos de su agresor, salir ese día por la puerta por la que un día entró con tanta ilusión, fue la decisión más difícil y valiente que pudo haber tomado. Agradeciéndole a la vida haber tenido otra oportunidad para vivir y no ser parte de las estadísticas. Ha sido capaz de enfrentarse a su agresor y decirle a los ojos: ¡Te perdono pero no deseo regresar a ti! Liberándose de todos sus miedos. Y la felicidad está llegando, a cuentagotas, pero está llegando a su vida, las heridas en su rostro han cicatrizado y aunque no se han borrado, ha vuelto la sonrisa a su rostro ya sin miedo y rodeada de su familia.

 *Nombre ficticio
Texto literal, organización Sobrevivientes.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Atentado Contra y Resistencia de Diodora Hernandez

DIODORA HERNÁNDEZ:
“NO TENGA PENA, SIGO RESISTIENDO CONTRA LA MINA DE ORO”
Por Grahame Russell, el 12 de Julio, 2011
 
 
“No tenga pena”, dijo Diodora Hernández a Javier de León (ADISMI), en una emisión de la radio comunitaria, el 8 de julio, 2011, “Sigo resistiendo a la mina de oro.”  (Foto: James Rodríguez, www.mimundo.org)
 
EL 7 DE JULIO, 2010
Diodora Antonia Hernández Cinto (una campesina Maya-Mam del caserío de San José Nueva Esperanza) fue baleada a quemarropa en su cabeza por dos hombres del vecindario (trabajadores de la mina) que salieron corriendo en la noche, dejándola por muerta.
 
Fue baleada porque se niega a vender su terrenito a Montana Exploradora, subsidiaria de la empresa Canadiense Goldcorp Inc., que está operando una mina a cielo abierto, de oro y plata, con uso de cianuro, en la municipalidad de San Miguel Ixtahuacán, Guatemala.
 
La bala entró en su ojo derecho y salió detrás de su oreja derecho. Después de una estancia de tres meses en el hospital, milagrosamente, Diadora sobrevivió y regresó con un ojo prostético, a su choza y su terreno, el 5 de octubre, 2010 – donde vive con su hija, su nieta y su esposo.
(Diodora, en el Hospital Roosevelt, en la Ciudad de Guatemala, otoño de 2010. Periodico Diario CentroAmerica)
 
EL 8 DE JULIO, 2011
El primer aniversario de la tentativa de asesinato, le hice una visita a Diodora, acompañado de James Rodríguez (foto-periodista, www.mimundo.org) y Jonathan Treat (activista americano, que vive en Oaxaca, jonathantreat2002@yahoo.com).
 
Poco después del atentado a la vida de Diodora, en 2010, había hablado con sus hijos, delante del hospital Roosevelt, mientras su madre estaba en cuidados intensivos. En enero 2011, hice otra visita a Diodora en su caserío.
 
El 8 de julio, 2011, nos encontramos en las oficinas de ADISMI (Asociación para el desarrollo integral de San Miguel Ixtahuacan). Entonces la llevamos en coche a casa en San José Nueva Esperanza.
 
(Diodora caminando con Carmen Mejia, de ADISMI, fuera de su oficina en la comunidad de Maquivil. Foto: Grahame, 8 de julio,  2011)
 
Después del atentado contra la vida de Diodora, Derechos en Acción mandó una carta publica (Julio 10, 2010 , basada en una acción urgente de ADISMI) al gobierno canadiense y parlamentarios, al plan de pensión canadiense y otros inversionistas, sobre el atentado contra la vida de Diodora por hombres del vecindario que trabajan o trabajaban anteriormente en la mina de Goldcorp.
 
No recibimos respuesta.
 
En una carta dirigida a ADIMSI y Derechos en Acción (20 de Julio, 2010), Goldcorp reconoció que los dos hombres detenidos e interrogados sobre el atentado (y después liberados), habían trabajado anteriormente para Goldcorp:
 
‘Tengo entendido que los dos hombres que supuestamente cometieron el atentado han sido identificados y fueron detenidos por la policía pero fueron liberados después. Sin embargo, tengo entendido que les ordenaron que comparezcan ante Ministerio Público en San Marcos para prestar declaraciones  sobre el incidente. Ambos son residentes de San Miguel Ixtahuacan.  Uno de los dos fue empleado de Montana, pero dejó de trabajar para Montana más de un ano. El otro hombre trabaja para un contratista que provee servicios de desarrollo subterráneo a Montana y a la mina Marlin.’
 
Un ano después, todavía esperamos que se haga justicia para esta tentativa de asesinato.
 
LOS COSTOS DEL ORO
“Compré este terreno para vivir aca no para venderlo.”
 
Es por eso, explica Diodora, que los hombres trataron de asesinarla – por que se negó a vender su terreno a Goldcorp.
 
Antes y después del atentado, hombres de vecindario, igualmente campesinos Maya-Mam y pobres, pero que trabajan en la mina, la odian y la marginan. Después del atentado, algunos de estos hombres dijeron públicamente que deseaban que estuviera muerta.
 
Entre los múltiples daños a la salud, al medio-ambiente y otras violaciones causados directamente o indirectamente por la mina de Goldcorp, la creación y provocación de divisiones en la comunidad, y de odio y violencia, es una consecuencia de la operación minera tan devastadora como cualquier otra consecuencia.
 
Los integrantes de las comunidades que resisten contra la presión de la compañía para que vendan sus terrenos a veces se vuelven blancos de amenazas y violencia, y además, les han presentado cargas fabricadas contra algunos.
 
Diodora parece estar muy bien, a pesar de haber sido baleada a quemarropa en la cabeza y de haber perdido un ojo.  Sin embargo, todavía sufre en la oreja derecho por donde salió la bala. Está parcialmente sorda y a menudo sufre de mareas y cansancio; alrededor del ojo derecho está muy sensible al sol y al calor de su horno. Lloró mientras explicaba como antes podía cuidar a sus animales – ovejas y chivos – y como podía llevarlos a pastar y guardarlos juntos. Ahora se frustra y está triste por que físicamente no puede guardarlos juntos y se alejan del terreno.
 
Ya no vive en su casita donde fue baleada en el caserío de Sacmuj.  Vive con su hija, nieta y esposo en una casa más cercana al camino principal, al lado de la mina. La mitad de los pobladores de Sacmuj han vendido sus terrenos a Goldcorp y se han ido … Diodora no sabe por donde.  Se niega a vender su terreno.
 
(Diodora delante de su casa con su nieta y su hija Maria. Foto: Grahame, el 8 de julio, 2011)
 
SU VIDA EN RIESGO
Ahora, un agente de seguridad proveído por el gobierno vive con su familia, permanentemente. Diodora vive en un estado de amenaza constante - tiene miedo de los vecinos pro-minería y del desconocido.
 
Diodora explica que el atentado a su vida del 7 de Julio, 2010, fue la culminación de mesas de amenazas y actos de agresión contra ella cometidos por oficiales de la compañía o por sus vecinos, por que se niega a vender sus terrenos a la compañía.
 
Su esposo le contó algo que le había dicho otros hombres de la comunidad. Estos hombres, que trabajan en la mina, explicaron que una semana antes del ataque, un oficial de la compañía les dijo en una reunión que hubiera menos trabajo para ellos por que Goldcorp no podía seguir expandiendo la operación de la mina en San José Nueva Esperanza, porque Diodora se negaba a vender su terreno.
 
Y entonces una semana después, el 7 de julio 2010. No cabe duda de que fue  baleada por negarse a vender sus terrenos.
 
JUSTICIA? NINGUNA
Los dos hombres sospechados del atentado fueron liberados después de la interrogación y ningunos cargos han sido llevados en cu contra, hasta donde sepamos. Después de la tentativa de asesinato, oficiales del Ministerio Publico le hicieron preguntas a su hija Maria sobre lo que pasó. Le aseguraron a Maria que cuando su madre estuviera en buena forma física regresarían para que ella también preste declaración.
 
Hasta ahora, no hemos visto seguimiento del caso. Parece que el Ministerio Público no ha hablado con Goldcorp sobre los dos hombres, a pesar del que Goldcorp tiene información sobre ellos.
 
En Guatemala, más de 98% de todos los cargos criminales nunca están llevados a la corte; 2% se investigan; un porcentaje mínimo se resuelven. Todo el mundo sabe que el estado de derecho no funciona en Guatemala. La impunidad es la norma.
 
EL PRECIO DEL ORO
En los anos 1990, cuando Goldcorp hico su estudio de viabilidad inicial, el costo calculado para producir oro se estableció a aproximadamente $130 por onza. Decidieron que el proyecto sería rentable si el oro se vendaba a aproximadamente $270 por onza o más.
 
Hoy en día, el oro se venda a $1500 por onza.  Goldcorp gana casi diez veces el dinero por onza de oro que había calculado – mas allá de sus sueños mas fantásticos.
 
El atentado a la vida de Diodora es un cuento sobre los precios reales y los costos de la minería de oro en Guatemala. Así se puede ver como funciona el modelo de “desarrollo” global.
 
“AQUÍ ME QUEDO PARADO, COMO UN ÁRBOL”
Delante de su casa con su hija y nieta, le preguntamos a Diodora si dejaría a su casa y su terreno. Sonrió, negó con la cabeza: “Aquí me quedo, parado, como un árbol”.  Esta lucha sigue.
 
Gracias Diodora; Gracias ADISMI.