miércoles, 2 de marzo de 2011

La Revolución Permitida para la Juventud


Una foto del Che Guevara con lentes y camisa tipo polo, haciendo énfasis en que “los jóvenes hacen la revolución en Guatemala”, fue la portada de una revista hace unas semanas, sin embargo, la portada no se refería a la juventud revolucionaria y que está resistiendo desde distintos frentes en el país, tampoco a las y los jóvenes asesinados en el reciente año por defender la tierra y los derechos colectivos de los pueblos indígenas; tampoco la imagen del guerrillero heroico era precisamente halagando la del revolucionario internacionalista que dio su vida en la lucha por la liberación de los pueblos.

La publicidad, como herramienta del capitalismo neoliberal promueve el consumo y refuerza el sistema predominante, utilizando los mecanismos que sean necesarios para lograr sus objetivos, como el de influir en la población respecto al significado de una persona, objetos y marcas. Desvirtuando la realidad y recreándola para lograr sus fines.

Por otro lado, no podemos dejar de mencionar que en nuestras sociedades la mayoría de medios de comunicación responden a los intereses de la oligarquía nacional e internacional, es decir, obedecen a la lógica del poder, criminalizando las luchas sociales, reprimiendo la libre emisión del pensamiento, cerrando los espacios para los procesos revolucionarios, pero eso sí, transmitiendo y reforzando la ideología neoliberal, Pierre-Félix Bourdieu lo explica de mejor manera al decir que los medios convienen o negocian cada espacio y programa que aparecerá cada día y se selecciona lo que debe ser transmitido.

Y si nos preguntamos el por qué se utiliza la imagen desvirtuada de un mártir del pueblo para ejemplificar la labor “social y humanitaria” de un grupo de jóvenes, podemos recordar las palabras de Jorge Rochuabrunt, quien en una presentación dijo “la prensa busca noticias. Punto. Noticia es todo aquello que la prensa quiera convertir en noticia. Punto”.

Entonces podríamos decir que se les permite a las y los jóvenes una “revolución” que esté en el marco de los “estándares socialmente aceptados”, es decir, si hacen caridad, si promueven marcas para recaudar fondos, si ayudan a las fundaciones de los ricos para que estos logren evadir impuestos, ente otros. Pero la revolución que no esta permitida es la de cuestionar, defender el territorio, rescatar la identidad, defender la soberanía y construir el otro mundo posible.

Nos queda reflexionar sobre la importancia que tiene la comunicación para la construcción de otra realidad, y como dice José Antonio Benitez, que la comunicación hacia el socialismo se fundamenta en la comunicación de conocimientos, conceptos, juicios, exigencias, críticas y todo lo que contribuya a la educación y a la cultura de la población”. Y por supuesto a la integración solidaria de los pueblos a través de los medios de comunicación; liberación del lenguaje y participación de las y los trabajadores en los modos de producción comunicacional.

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